miércoles, julio 24, 2013

¡Alégrame el día!

Sí, el blog ha cambiado. Ya no voy a ejercer de ciclotímica (aunque no prometo escribir a diario, pero sí algo más que "de vez en cuando").

Estoy cansada de pesimismos, de malos rollos, de cosas que van mal, de noticias que es mejor no escuchar, de mierdas varias.

Quiero que cada día haya algo alegre. Aunque tenga que buscarlo debajo de las piedras. Y quiero compartir con vosotros esas cosas que me alegran el día.

No, tranquilos, este no va a ser un blog de autoayuda ni de flowerpower. Va a ser un blog donde conozcáis lugares que merece la pena visitar, libros que os dejan buen sabor de boca, proyectos de gente valiente que te ponen una sonrisa en la cara... Para llenaros los ojos de letras sobre mangantes y penas ya tenéis los periódicos del día, los boletines de la radio y los telediarios.

Lo dicho, voy a alegrarme el día. Y a intentar que los demás tengan su cachito de alegría diario. ¿Me acompañáis?

sábado, julio 20, 2013

RESET

A veces hay que parar, apretar el botón, apagar, esperar un instante y entonces, ya sí, volver a encender.

Las cosas funcionan mejor. Con más claridad y mayor rapidez.

Y en eso estamos.

Reseteando.

Preparando un nuevo enfoque para el blog. Porque la ciclotimia ya no mola. Es mejor tener menos subidones y menos bajones aún.

viernes, julio 12, 2013

Hasta luego, compañero


Hay pocos compañeros de los que nadie nunca tenga nada malo que decir. Un pero. Un es que. Son pocos los colegas de consenso, los que agradan por igual a jefes y a compañeros y los que siempre están cuando se les necesita.

Carlos Hernández-Echevarría es uno de esos extraños casos. Un crack en la profesión y un fenómeno en lo personal. Un tío bonachón, tan grande por dentro como por fuera (y mide allá por el metro noventa). Y como vale, se va a Estados Unidos a mejorar (aún más) su ya de por sí brillante currículo.

Se le va a echar de menos. Pero nos conformaremos con seguirle leyendo en su Diario de USAmérica. A ver si se nos pega algo (aunque sea un tip de política estadounidense).

Hasta luego, compañero. See you soon. And good luck!!

miércoles, julio 10, 2013

2 ausencias, 2

Los dos pasaron por aquí sin ser uno más. Los dos fueron referentes de la tecla: ella las pulsaba; él hacía que el pulso ajeno sirviera de deleite a otros aún más ajenos. Los dos lucharon contra el cáncer. Y los dos se quedaron sin armas a los 54 años.

El periodismo y el cine se han quedado hoy sin dos de sus grandes nombres: Concha García Campoy, maestra de plumillas, y Jesús Robles, editor y cofundador de la librería Ocho y Medio junto a María Silveyro.

De Concha puedo decir poco que no digan quienes la conocieron mejor. Ya conté que su manera de anunciar que tenía leucemia fue un ejercicio más de dignificación del periodismo por su parte y solo añadiría que se lleva con ella un modo de ejercer la profesión con elegancia, mesura y señorío difícil de ver en tiempos de medianías.

De Jesús tampoco puedo hablar mucho. Tan solo decir que le traté tres veces y me abrió las puertas de su casa y de su agenda como si nos conociésemos de toda la vida. Él y María nos pusieron la alfombra roja para que Javier Arroyo fotografiase a Miguel Abellán en Paseíllo literario. Y no encuentro mejor forma de rendirle tributo que con esta imagen, que retrata su amor por el cine tanto como su generosidad.

Miguel Abellán en la librería Ocho y Medio (foto incluida en la exposición Paseíllo literario, © Javier Arroyo).

lunes, julio 08, 2013

De becaria en Las Ventas



No sé si será verdad eso que dice Rhonda Byrne en El secreto de que uno atrae lo que realmente quiere  o es simple casualidad, pero resulta que fue empezar a interesarme más o menos en serio por la fotografía y conocer al que hoy es mi marido, el fotógrafo Javier Arroyo.

Iba a decir que también es mi maestro, pero la verdad es que la palabra me queda grande, porque entre que me da pocas clases y que soy una alumna impaciente e insoportable, no hay santo Job que sea capaz de enseñarme.

Pero de vez en cuando cojo la cámara y hago fotitos (a fotos aún no llego). Como el otro día en Las Ventas. Y aquí está el resultado. Para ir de becaria no está del todo mal (o eso dice mi profe).

jueves, julio 04, 2013

Emprendedores de vuelta

Hablan y no paran de las virtudes de ser emprendedor. A una le da por pensar que la cosa tiene truco: a más emprendedores, menos prestación por desempleo, menos subsidios, menos cifras en los datos mensuales... y más cotizaciones a la Seguridad Social, más IRPF y más IVA. Aunque para eso se arruine el emprendedor, el padre que le presta el dinero y el abuelo que avala al padre. Que el banco sigue siendo la Virgen del Puño Cerrado.

Eso de vivir sin jefe no debe de estar mal. Pero resulta que a medida que avanza la crisis y esa luz que dicen que se ve al final del túnel sigue empeñada en no dejar de ser una entelequia, veo más emprendedores por cojones (porque se les acaba el paro, porque no les llaman para una sola entrevista, porque algo tienen que hacer con sus vidas) y más emprendedores de vuelta.

Emprendedores de vuelta son los que en su día apostaron su tiempo, su dinero y hasta su casa (incluso la de sus padres) y, aunque han aguantado lo peor de la crisis, ya no pueden más y cierran. Y después de llevar años sin jefe ruegan al cielo (si es que siguen creyendo que lo hay) para encontrar uno y recordar qué era eso de tener una nómina.

Esos son los emprendedores que unos y otros dicen defender. Los que están fritos a impuestos. Los que cada vez ingresan menos y pagan más. Los que no tienen forma de salir a flote porque no hay nadie que les preste 3.000 cochinos euros.

Los que están de vuelta. Y eso que para este lío ya no hay vuelta atrás.

[Dedicado a mi esteticista, que se ha visto obligada a cerrar su negocio después de diez años de trabajo ininterrumpido porque los ingresos ya no le llegaban ni siquiera para obtener un salario base por diez horas de trabajo al día].

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