lunes, febrero 28, 2011

Catarsis en Vistalegre

Primera tarde de toros de la temporada. Ambiente. Bares llenos. Ni una mesa para comer. Gitanos que van a ver a Morante -ahora que ha confesado que lleva sangre gitana, parece que sacan pecho; no se preguntan por qué lo ha había ocultado-. Morantistas. Y moristas. Algún que otro cidista. Pocos.

El sábado no se llenó la plaza: tres integrantes del G-10 sólo lograron llevar a los tendidos a siete mil y pico almas en una ciudad de más de tres millones de habitantes. Algo están haciendo mal. Ellos, la empresa o quien sea. Yo no: pasé por taquilla (30 euros por ver los toros desde el gallinero, tócate el tacón) y cumplí con mi parte de fomento de la Fiesta twitteando lo que sucedía en el ruedo.


Tiranos de la moda



Los tiranos de la moda ya no son lo que eran. Esta expresión ya no se refiere a los que nos hacen embutirnos en una talla 32 –que también-. Ni a los que nos obligan a llevar plataformas infames –sí, nos obligan porque consiguen que no haya otra opción en la zapatería de turno-. Ni los que nos hacen creer que enseñar los huesos resulta sexy.

Los tiranos de la moda son los que se creen que han nacido por un sitio con más glamour que unos bajos rasurados para la ocasión. Los que piensan que ellos son lo más y el resto –en caso de existir-, una auténtica mierda. Los que se olvidan de que ellos no estarían ahí si otros no contasen –y cantasen- sus andanzas.


sábado, febrero 26, 2011

Toreros antisistema



Febrero se consume sin solución de continuidad. Se diluye en el último tercio y agoniza pegando gañafones por los dos pitones: hay que tener mucho valor para ponerse delante del toro de este mes corto y traidor.

Como remate de adorno, la Feria de Invierno de Vistalegre. Y en torno a ella, una pasarela de emoción e idolatría, de esperanza y vanidades. Valdemorillo fue el calentamiento y Carabanchel, la carrera definitiva por ver quién comienza la temporada con mejor aspecto. Besos de rigor, la mayoría falsos —por eso es mejor hacer como la menda y no besar a casi nadie—. Abrazos traicioneros con los dientes prestos a clavarse en el cuello del de enfrente —moraleja: mejor vestir de cuello alto—. Y supongo que también algún que otro apretón de manos sincero.


viernes, febrero 25, 2011

Todo sobre mis trapos | Así las lía Juanito

La que has liado, Juanito. La que has liado. Porque a ti te conocerán como John y te venerarán como Galliano, pero no dejarás nunca de ser Juanito (o Juan Carlos, que tal fue tu nombre de pila). La que has liado en París es de chiste. Pero de los malos. Y en los chistes siempre viste más un “Juanito” que un “John”, por muy british que sea.

Te salió la vena racial mediterránea. El deje gibraltareño. Un cafelito en un sitio bien de París –porque supongo que tú no frecuentas tugurios-. O más bien un carajillo demasiado cargado –que la prueba de alcoholemia revela que ibas demasiado contento-. A la primera de cambio, ¡zas!, coges y pones a caer de un burro a una parejita que degustaba su tarde acaramelada –o no, no sé, pero queda bien para el relato-. No han trascendido las palabras gruesas: el teletipo se limita a referir “insultos antisemitas y racistas”. Como si tú fueras de raza aria, hay que ver.

Que tú naciste en Gibraltar, te criaste en los suburbios londinenses y, por mucho talento que tengas, si no llega a ser por Anna Wintour (todopoderosa editora de Vogue USA) y Bernard Arnault (jefe supremo del imperio LVMH), quizá estuvieras buscándote la vida por las calles de París. Que allí fue donde te lanzaste, porque en Londres no terminaba de encajar tu personalidad extravagante.

Dior no te ha perdonado el numerito. El emblema de la elegancia –con permiso de Yves Saint Laurent- te ha puesto de patitas en la calle. Les ha dado igual que fueses su imagen desde hace diez años. Que llevases las riendas de la firma desde su 50º aniversario, en 1996. Que hubieras llevado sus colecciones a cotas inalcanzables de genialidad. Dicen que lo suyo es “tolerancia cero ante cualquier palabra antisemita o racista”. Y ante eso no hay disfraz que valga. Aunque lleve la marca Galliano.

Publicado en Todo sobre mis trapos.

Agustín Fernández Mallo: "Hay cosas en mis libros que ni yo mismo entiendo"


AFM —o sea, Agustín Fernández Mallo— advierte: su nuevo libro «no es una novela. Es un libro que rehace El hacedor, de Borges, y ese libro son cuentos y poemas. Yo los he rehecho: cada cuento es un tema diferente, un estilo diferente». Que nadie busque un hilo conductor. Pero tampoco un plagio. Ni que vaya derecho, por obligación, a la estantería, a buscar el original que inspiró el Remake.

Para leer a AFM no hace falta empaparse de JLB (Jorge Luis Borges). Pero para zambullirse en este nuevo Hacedor quizá sí sea conveniente necesario disponer de un ordenador o tableta con conexión a Internet, porque El hacedor (de Borges). Remake (Ed. Alfaguara) es el primer libro multimedia, que junto al texto otorga una importancia vital a las fotografías, los mapas, los vídeos. Al concepto de hipertexto. Porque estas 174 páginas son un hipertexto en sí mismas.

jueves, febrero 24, 2011

Todo sobre mis trapos | Quiero ir hecha un cuadro


Esta primavera quiero ir hecha un cuadro. Sí, sí, de verdad. Un auténtico cuadro. Con lienzo, con óleo y hasta con marco, si se tercia. Dudo que vayan a exponerme en ningún museo, pero siempre puedo ser una pieza de coleccionista andante.


Vale, no. Yo no. Lo que quiero ponerme. Desde que descubrí los “vestidos lienzo” de Moniquilla me ha dado por pensar que nada es tan peyorativo como pueda parecer. Y que unas cuantas pinceladas bien puestas pueden darle glamour hasta a la tela más insulsa. Blanca. Común. De algodón. Sin más.


Es lo que más me gusta de la nueva colección de Mónica Muñoz (debutante en la última edición de El Ego de Cibeles), una apuesta por la coquetería, sugerente y naíf, con un punto infantil que termina por inducir a la seducción.


Pero si los “vestidos lienzo” llevan pinceladas bordadas en cada hilo de la tela, el resto de las prendas no son menos artísticas: todos los estampados parten de un boceto original de Mónica, que antes de creadora de moda es ilustradora y licenciada en Bellas Artes. Ella transporta al papel motivos que le inspiran y éstos, a su vez, quedan reproducidos hasta el infinito en telas exquisitas, producidas en España.


Aún no entiendo cómo puede presentarse en diminutivo una mujer con talento mayúsculo.

Publicado en Todo sobre mis trapos.

miércoles, febrero 23, 2011

Segunda primera vez

Llaman a la puerta. Abro y te veo. Mejor dicho, me ves. Te quedas mirando sin saber qué decir. No esperas que esté allí. No reaccionas. Yo no sé si he hecho bien. Hago muecas intentando provocar alguna reacción en tu rostro, pero nada. No ríes. No dices nada. Tampoco pones cara de enfado. Sé que no sabes qué hacer.

Qué distinto de aquella otra vez en la que tú me abriste a mí la puerta. Entonces la que no sabía qué hacer era yo. Y tú te lanzaste, me abrazaste y me llevaste en volandas hacia dentro de la habitación. Y sonreíste. Y yo supe que no tenía más que hacer. Sólo dejarme llevar.

Por fin abres la boca. Mejor dicho, emites un sonido con ella. "¿Pero qué haces tú aquí?". Y ahora sí. Ahora entras en la casa y me coges en brazos como aquel día.

Segundas partes nunca fueron buenas, pero siempre hay tiempo para una segunda primera vez.

domingo, febrero 20, 2011

Arte con entrañas

Termina ARCO. Con sus falos estrambóticos, sus gafas siderales y sus princesas efímeras. Pisa, princesa, pisa con garbo, que este año han quitado las moquetas para que resuenen los letizios a tu paso.

No he pisado ARCO. Ni este año ni el pasado ni el otro anterior. Ni probablemente lo pisaré el próximo. Alérgica que es una a la modernez. Aunque en ARCO cabe todo. Desde una baronesa que se pone sola los rulos -así le luce el pelo- hasta un ministro que saca del bolsillo un bocata de chorizo, envuelto en papel albal, para pasar mejor la cerveza que daban en un stand cuyo nombre no me han contado (gracias, Marta, por la información).


ARCO 2011 from Noelia Jimenez on Vimeo.

Pero lo que no pienso perderme es la exposición "Desaparecidos", de Gervasio Sánchez (en La Casa Encendida de Madrid, hasta el 20 de marzo), todo un canto al compromiso y a la apuesta por la fotografía documental con corazón y entrañas. Destrozadas, pero entrañas.

Anoche emitieron un reportaje sobre la expo en Informe Semanal. Y me dieron muchas más ganas de ir. Aunque esta exposición entra sola por los ojos. Y por el alma.


"Desaparecidos", de Gervasio Sánchez from Noelia Jimenez on Vimeo.

Todo sobre mis trapos | Un espontáneo en Cibeles


Estreno blog en la comunidad de laSexta. Sobre trapos. Ya sabéis que a veces voy de cultureta, pero es sólo fachada. Y poca, que no está la lorza para más bollos.

Se llama Todo sobre mis trapos y el primer post tiene un cierto toque taurino: el que le dio Israel Lancho al desfile de Montesinos. Pobre: para una vez que se luce en Cibeles, va Francis y le planta una camisa de Zara. Ains...


sábado, febrero 19, 2011

Cibeles desde la distancia

Este año no pisaré Cibeles. Las cosas son así. Será que soy más de Neptuno -vale, ya sé que no tiene gracia, pero con algo he de consolarme-. Sin embargo, la vida tiene sorpresas y la blogosfera, más. Hasta ahí puedo leer.

Claro que no por quedarme en la redacción dejo de empaparme de los modelitos cibelinos: que si Jesús del Pozo con su juego de volúmenes y geometrías -a tono con los ángulos cada vez más marcados de su rostro-...


... que si un Verino más oriental que nunca...


... que si Duyos y Jeanette, a dúo, para dar vida a una colección elegante e impecable, vaporosa y melancólica...


... que si Devota & Lomba, gris salpicado de fucsia, recto en la concepción y sinuoso en los adornos...


... que si Ángel Schlesser, tan funcional que una puede pasar inadvertida envuelta en uno de sus modelos...


... que si Lemoniez, con su art decó sin estridencias.

Fotos: Ugo Camera para image.net

Pero hasta ahora lo que más me ha gustado ha sido parte de la parte Off. Debilidad que tengo por lo que está la margen del sistema. Alvarno y su homenaje a la duquesa de Windsor me ha parecido de una elegancia suprema. "Modáncolica" que es una.

Foto: Yo Dona



CMFW FEBRERO 2011 from Noelia Jimenez on Vimeo.

viernes, febrero 18, 2011

Escritores atrapados en la Red

Quien diga que la Red no sirve para nada, miente. O es un inconsciente. O ambas cosas a un tiempo. Y ya es difícil. Uno puede estar contra la cultura del gratis total, puede pretender que le paguen por su trabajo —ambición muy honesta, por otra parte— pero de lo que no debe renegar es de la capacidad de Internet para lograr un buen vehículo de difusión de su obra.

No es cuestión de esta columna semanal entrar en polémicas —y menos si son de tamaño calibre—, pero sí quiero dejar, a modo de apunte, referencias blogosféricas de escritores poco sospechosos de darle a la tecla (sólo) por amor al arte. O por amor a la literatura.

Los blogs son una de las mejores herramientas promocionales para un escritor. ¿Por qué? Lo primero, porque en ese cachito de Red cuenta lo que le interesa contar. Él ha venido a hablar de su libro. Lo segundo, porque da al que escribe la posibilidad de que alguien, en cierto lugar remoto del que quizá nunca haya oído hablar, pueda leer una línea suya y quedarse pensando por qué no comprar su última novela. O la primera. O un libro perdido en mitad de su bibliografía.

Por eso sucumben a la tentación blogosférica escritores de toda edad y condición: desde el comprometido Manuel Rivas (siempre a la vera de la actualidad) hasta el reflexivo Juan Cruz, del canalla David Torres al moderno y multimedia Agustín Fernández Mallo, que, por cierto, estrena el próximo 23 de febrero El hacedor (de Borges). Remake). De la cosmopolita y políglota Eugenia Rico hasta la cotidiana Elvira Lindo). Y así podríamos seguir hasta el infinito. O casi.

Porque el placer de descubrir una pluma no siempre consiste en abrir un libro.

(Publicado en Diariocrítico).

Follón taurotwittero



Hay que ver las cosas que se lían cuando uno le da a la tecla sin pensar dos veces lo que está escribiendo. O sin pensar una vez si lo manda o no. Cuando escribe y twittea así, por impulso. Ale, porque yo lo valgo. El argumento L'Oréal no es válido para la comunicación 2.0. O sí, pero puede traer muchos disgustos. Y si no, que se lo digan a José María Manzanares: el otro día se le ocurrió contestar al desahogo de Castella -perdón, señor G1- vía Twitter y la lió parda. O grana y oro, que es más torero. Pablo Hernanz lo cuenta muy bien en su blog, así que no voy a repetir yo una cosa pasada de vueltas.

El caso es que servidora, aburrida como iba entre el tracatrá del tren, se enredó en la pelea dialéctica con Manzanares. Y la cosa se malinterpretó. Y aunque hayan pasado unos cuantos días, ahí va una explicación que espero deje las cositas claras.

miércoles, febrero 16, 2011

Reseteándome

Mil perdones. O dos mil. O los que sean. No voy a regatear en esas disculpas que tanto he perfeccionado a lo largo de mi vida. Se me dan muy bien, la verdad. Y ahora es buen momento para volver a practicarlas. Veamos: pongo cara de circunstancias, encojo morritos en señal de contrición y bajo los ojos. De momento así vale. Y digo: "Lamento mucho no haber escrito esta semana".

Mis razones he tenido:
  • Jueves: grabación de un reportaje precibelino, con María Delgado (desietecorazones) y Mónica Muñoz (Moniquilla). María vuelve a desfilar con Montesinos, poniendo una nota étnica –con ciertos toques flamencos– a unos complementos que me volvieron loca; Mónica debuta en el Ego: atent@s a sus "vestidos-lienzo", una prenda cómoda y chic que pienso lucir en alguna de las presentaciones de mi libro.
  • Viernes: más grabación, esta vez sobre los Goya y la guerra abierta entre De la Iglesia, Sinde, Bollaín y compañía. Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, me contó algunas claves del ídem de la gala, que incluimos en este repor de laSexta Noticias.
  • Sábado: más Goya. Ensayo. Mucho glamour, muchos metros de alfombra roja (cutrísima con tanto logo de las loterías), pero poca y mala atención a la prensa. Los peores, algunos figurantes. Se toman muy en serio su papel de estrellas. Qué penita.

  • Domingo: por fin, a mi Sevilla. A pasar mi medalla del Gran Poder por el pie del Señor de Sevilla. Ya nunca más estaré sola. Después, cena maravillosa. Un sueño cumplido sin haberlo soñado nunca. Qué más se puede pedir.
  • Lunes: un paseo por Triana. La Esperanza. El puente. Pureza. Betis. Maestranza. Cañas en El Salvador. Reunión en el Vincci La Rábida para cerrar la presentación de mi libro en preferia –encantadora Yolanda Rodríguez, la directora del hotel: no me extraña que las figuras quieran vestirse allí, con esas vistas mágicas de la Catedral y la Giralda–. Ruta exprés y vuelta a Madrid.
  • Miércoles: de acá para allá. Intentando ser mujer de mi casa, lectora, escritora, amiga, hermana, hija... y todo a la vez. Y periodista. Que mañana empieza la semana televisiva. Y yo con estos pelos. Menos mal que me he reseteado. A ver lo que me dura.

viernes, febrero 11, 2011

Germán San Nicasio: "Las palabras pueden llegar a devorarte"


Es un dandi canalla. Lirismo y jeta. Hondura y descaro. Frescura. Rebeldía. Que, como él mismo escribe, «Si no eres rebelde no eres nada, y no olvides que no hay rebeldía sin esperanza». Germán San Nicasio lo escribe en su nuevo libro, Diario de un escritor delgado (Ed. Eutelequia, p. 183), un periplo sentimental por el devenir convulso de un artista de la tecla que busca editor a duras penas y se da de bruces con una realidad no apta para su paladar de romántico disfrazado de adicto al amor fingido.

Sólo cinco meses después de publicar La cárcel de Jackson Pollock, el escritor madrileño vuelve a la carga con su obra más íntima y visceral -y también la más polémica, porque en ella no deja títere con cabeza, de políticos a editores pasando por actrices, futbolistas, toreros o escritores-. 325 páginas de «egoísmo a fondo perdido», como él mismo define el arte.

miércoles, febrero 09, 2011

Líneas flamencas

Estoy que me llevan los demonios. Ayer me perdí una actuación memorable de Miguel Poveda y el sábado voy a perderme otra –no es que tenga dotes adivinatorias, es que Poveda es valor seguro–. Madrid está más flamenco que nunca y las entradas para ver al gurú de la jondura se agotaron hace meses. Ni en el Festival Flamenco Caja Madrid ni en el recital del sábado en Pozuelo –para donde no sólo no hay entradas, sino que tampoco quedan invitaciones–. Ni en Segovia el 19. Ni en Jerez, ya en marzo. Igual para junio hay suerte. O igual tengo que pedirle ayuda a Pablo San Nicasio, que en esto del flamenqueo tiene muchos contactos.

Pero para actuación memorable –cuentan las crónicas–, la de Estrella Morente en el London Flamenco Festival 2011. Era la primera vez que subía a un escenario desde que enterró a su padre. La primera vez que cantaba en público después de despedirle con ese llanto jondo emocionado en su querida Granada. La primera vez que conjuraba los fantasmas de la ausencia con la espina de su padre clavada en el alma rota. La primera vez. Y comenzó el recital como lo habría hecho su padre. Con ese coro en un medio redondel. Ese ruedo en miniatura donde la bravura es la capacidad de pegarle un trincherazo por soleares al tormento de un recuerdo que acecha y duele. Y Estrella tiró de casta para dejar a los londinenses ateridos de ese frío que provoca la belleza. Y templó su corazón con el fuego de una voz hecha para rasgar fantasmas y triturar la eternidad en cachitos de compás.

Mientras escribo estas líneas me acuerdo de Inma Vera, amiga en la distancia, flamenca de pro. Me paso por su nuevo blog y me entran los siete males. Tanto volante, tanto lunar, tanta silueta de guitarra, tanta flor, tanta prestancia. Sí, es SIMOF. Bueno, ha sido. Y también me lo he perdido, claro está. Me he perdido la sensualidad de una Vicky Martín Berrocal que ha redescubierto los tonos tierra para convertirlos en un nuevo básico de elegancia.


Me he perdido la algarabía de Carmen Rodríguez, que coloca este vestido como el más votado en el nuevo fashion blog del Diario de Sevilla (de donde tomo prestadas las fotos).


Me he perdido esta versión flamenca de mi idolatrada Audrey, reinterpretada por Cañavate.


Y me he perdido las flamencas marineras de Antonio Jiménez, premio al Mejor Diseñador Novel.



Siempre me quedará Youtube.

Échale valor

Dice mi querido hermano que él y yo tenemos que ser la versión española de los hermanos Coen. Que yo escriba los guiones y él hace los demás –aunque no sé si en el caso de los Coen el reparto de tareas es exactamente así–. Pero que "los hermanos Jiménez" no suena bien. No es demasiado comercial.

Y tengo que darle la razón. Yo le he aconsejado que busque otra guionista, que yo soy aspirante a escritora en horas bajas, pero que él tiene talento en eso de contar historias con imágenes. Que yo le aplaudo desde la barrera y le hago los coros, si quiere. Que si llueve mejor, porque hace falta limpiar el cielo de Madrid de esa boina guarra de contaminación que nos oprime cada día pero que sólo advertimos desde que el sol ha osado salir. Con lo cómodo que es vivir en la oscuridad.

Mientras, por si acaso, voy a empaparme de la filmografía coeniana. Y voy a empezar por el final, Valor de ley, un remake de un clásico western –mal empezamos, odio las pelis de vaqueros– que, dicen, puede dar más de una sorpresa en los Oscar, donde saca pecho con diez nominaciones. Mañana abre la Berlinale y el viernes se estrena en España. De momento el tráiler me llama la atención: resulta que, en cuestión de valor, la que mejor puestos parece tenerlos es una chavalita de catorce años que busca vengar la muerte de su padre. Con un par. De ovarios.

En el fondo, todo es cuestión de echarle valor.


"Valor de ley", lo nuevo de los Coen from Noelia Jimenez on Vimeo.

Vídeo: AVNC

Y ya que hoy escribo en cinemascope, aprovecho para dejaros un reportaje de mis compis de AVNC sobre lo último de Antonio de la Torre y Roberto Álamo –el doctor de Águila Roja, una apuesta por el cine experimental y de bajo presupuesto. Parece interesante.


"Dispongo de barcos", una peli barata y experimental from Noelia Jimenez on Vimeo.

martes, febrero 08, 2011

Una cita para mañana



Antes de irme a planchar la oreja –que es lo último que plancho últimamente, y poco– os dejo una cita para los que mañana estéis por Madrid y gustéis de toros, flamenco y vinos: el periodista Pablo García-Mancha presenta su libro Santísima Trinidad, Flamenco, Toros, Vino, a las 19.30 horas en el Centro Riojano de Madrid (c/ Serrano, 25). En el acto intervendrá Carlos Abella, escritor y director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid.

En la invitación/nota de prensa que gentilmente me envía mi colega me llama la atención este párrafo sobre la pureza:

«No he creído nunca en la pureza como concepto artístico porque el arte, por definición, es mestizo y bebe de múltiples fuentes. Si el toreo fuera puro, en esencia sería igual ahora al que se destilaba en los tiempos de Paquiro y Pedro Romero; si el flamenco fuera puro Camarón, Chano Lobato o Rafael Riqueni nunca hubieran existido; si el vino fuera puro, a nadie se le hubiera ocurrido, por ejemplo, hacer una fermentación maloláctica o investigar con barricas de roble americano o francés, y ni mucho menos jugar con tostados o fermentaciones controladas».

Me interesa el concepto, pero tengo que debatir con Pablo sobre esto: pureza no es lo contrario de mezcla. Va más allá. Es casi un concepto filosófico. Una manera de ir por la vida a calzón quitado. Y a mí, personalmente, me conmueve.

El cáncer del toreo


Acudir a Valdemorillo es como sumergirse en el día de la marmota. Da igual el año en el que vayas, quién toree o qué ganadería se lidie. Allí siempre están los mismos. Y siempre te dicen las mismas cosas. Cuánto tiempo. Qué tal va todo. A ver si este año nos vemos más.

El reto no es verse más. Es que haya más gente que se vea. Y que vea. Toros, se entiende. Y eso no se va a conseguir sin cambiar algunas cosas. Muchas, más bien.

Taurodelta –a la sazón, para los lectores no taurinos, empresa gestora de Las Ventas y de Vistalegre– lo ha intentado con un autobús en el que ha sacado a pasear a las figuras que harán el paseíllo en el palacio de Carabanchel a finales de este mes.


El publibús también estaba en Valdemorillo el otro día. Y digo yo que para qué hace falta contarle a los taurinos quién torea en Vistalegre, si ya lo tienen apuntado en la agenda desde que salieron los carteles.

El problema está en atraer a gente a la que los toros no les han llamado nunca la atención. Los hay. Y no quiere decir que sean antis. Quiere decir que nadie les ha llevado a un buen festejo, que nadie les ha dejado ver el lado más bello de la Fiesta, que nadie les ha intentado contagiar de la magia que se esconde tras el brillo de los alamares.

Mientras tanto, las plazas se vacían, los festejos se reducen y miles de toros se mueren de asco en el campo. Una alternativa para rentabilizar las fincas ganaderas es el taurismo, una nueva forma de turismo rural que ya practican desde hace tiempo casas como la del Conde de la Maza. Almudena de la Maza lo dice muy clarito en el reportaje que emitimos el domingo en laSexta Noticias: abrir las puertas de las dehesas es una forma de hacer relaciones públicas.


Ésa es la clave. Relaciones públicas. Comunicación. Conceptos que a los taurinos más recalcitrantes les dan grimilla. Ellos siguen con su puro en la boca sin darse cuenta de que el peor de los cánceres que les acecha no es precisamente el de pulmón.

lunes, febrero 07, 2011

Chamberí en blanco y negro. 1875-1975



Se embelesa en las palabras como si las acariciara. Como si en cada sílaba se escurrieran con parsimonia los años. Como si el color se fuera ajando para tornarse sepia, o blanquinegro. Como si de entre las imágenes de su memoria se fueran difuminando las chavalitas con piercing y, deshaciéndose por ese tiempo que corre marcha atrás, se convirtieran en niñas inocentes tocadas con grandes lazos de rafia que pudieron ser sus abuelas. O sus bisabuelas.


Juan Miguel Sánchez Vigil mima las palabras como mima las imágenes. Pinta con letras y escribe con fotografías. Y con esa amalgama mágica construye un universo de melancolía que cobra vida en libros como Chamberí en blanco y negro. 1875-1975.

Aunque no es exacto llamarlo libro. Es un proyecto ambicioso que trasciende las páginas de un volumen imprescindible en la biblioteca de todo madrileño orgulloso de serlo para convertirse en una exposición fotográfica y en un ciclo de conferencias, todo en torno a ese "distrito que hace universal lo particular". Ese barrio por el que llegó el agua canalizada a la capital, donde nació el Metro, que vio florecer palacios y casas de vanguardistas y que sirvió de inspiración y reposo a tantos poetas.


Esta mañana se ha presentado el libro e inaugurado la muestra. Lástima que Gallardón haya vuelto a mancillar un acto cultural para recetarnos su discurso político-electoralista. Quizá lo hiciera para reafirmar su porte faraónico e intentar alejar los fantasmas de una protesta bomberil que le esperaba a la puerta del Centro Cultural Galileo y seguía recordándole su enfado, con pitidos insistentes de silbatos que se colaban entre las paredes una vez comenzado el acto.

Pero no voy a hablar de política. No cuando sobre la mesa tengo una joya como la que han parido Juan Miguel Sánchez Vigil y María Olivera. Y menos cuando esa joya rinde homenaje al barrio donde nació la menda. Que soy chamberilera, sí. Y ojalá lo recordase más a menudo. Aunque sólo fuera por sacar de dentro la chulería que se nos supone a los que hemos venido al mundo en lo más castizo de Madrid.

P.D.: Tengo la suerte de que Juan Miguel escriba el epílogo de mi libro. Aún no me lo creo.
P.P.D.: Me he alegrado mucho de ver por esos lares a Muriel Feiner –le debo tantos cafés que voy a tener que comprarle la finca a Juan Valdés– y a Manuel Durán. A Antonio Cabello no le he reconocido, pero me ha interesado mucho un proyecto literario-pictórico que prevé presentar a finales de abril.

domingo, febrero 06, 2011

K. Pancol: "Hay que llevar una máscara para que la gente no te pase por encima"

Foto: babelio.com


«¿Noelia? Me suena tu nombre». A la Pancol le suena mi nombre. Al fenómeno literario francés le suena mi nombre. A la mujer del millón de cocodrilos abriendo sus ojos amarillos por el mundo le suena mi nombre. Me lo digo varias veces para terminar de creérmelo. Y me digo que sí. Que efectivamente responde ella a todos los mails que recibe de sus lectores —dice que de mujeres españolas recibe muchos, pero que ninguno con un nombre como el mío. Casualidad—. Que no tiene secretaria que le haga el trabajo duro. Que la fama se suda con tinta gruesa y los lectores son un tesoro cada vez más preciado que cada uno retiene como puede. Y no siempre escribiendo libros. O no sólo.

Katherine Pancol, que llamó mi atención y la de medio mundo con Los ojos amarillos de los cocodrilos (Ed. La Esfera de los Libros), vuelve a asediar las listas de ventas con El vals lento de las tortugas, una secuela de aquella primera novela de libros dentro de los libros y de amor dentro del desamor, cimentada esta vez no sobre la mujer despechada o el hombre abandonador —que también aparecen, por cierto—, sino sobre la compleja figura del asesino en serie, en este caso obsesionado con mujeres residentes en un 'barrio bien' de París.

miércoles, febrero 02, 2011

Risas protesta

El blog de Pablo Herreros es un filón para encontrar vídeos curiosos con que adornar las frágiles paredes de esta cabaña de hojas secas –tan secas y tan volátiles, que no aspiro a que jamás me cite en su sección bloguera de viernes de En días como hoy–.

El otro día nos descubrió a Sebastián Munín, un señor de rizos con una guitarra en las manos y mala leche disfrazada de ingenio en la boca. Compone canciones satíricas con las que da hostias a diestro y siniestro, pero siempre con elegancia y una sonrisa entre las cuerdas. Sin insultos. Sin reproches. Con elegancia.

Éste ha sido su particular homenaje a la ley Sinde:



Y éste otro, el tirón de orejas a los (des)controladores aéreos:



Este atípico cantautor también tiene letrillas dedicadas a las (malas) compañías telefónicas, a los sufridos autónomos y a los pijiprogres, muy recomendables para echarse unas risas mientras uno protesta contra cómo está el mundo, se relame de las hieles de la crisis –que al final la hiel es lo único que nos queda para llevarnos a la boca– o afila la soga que se le ciñe al cuello para perpetrar un suicidio ficticio que se consuma por entregas.

Por cierto, que gracias a Pablo también he descubierto Orsay, un proyecto cultural de altura en el que los autores –de la talla de Agustín Fernández Mallo o Juan Villoro– cobran -¡oh, cielos!- por escribir e ilustrar una revista que se vende de manera anticipada. Alucinante.

martes, febrero 01, 2011

"Antes muerta que sin hidratos", en Antonia Magazine




Llevo casi un mes con microinfartos. Se suceden, uno tras otro, cada mañana, cuando reproduzco el gesto masoquista y en cierto modo obsceno de subirme a la báscula. Hay días en que hasta ella misma me pide que desista, marcando un “Error” cuando poso mis lorzas sobre ella. Es como si me dijera que no lo intente, que me baje, que peso más que ayer pero menos que mañana y yo, obstinada, me bajo y me vuelvo a subir, para llevarme el disgusto de cada día.

La otra mañana dije “Basta”. Se acabó. Ni una lorza de más ni un hueso de menos. Harta de endocrinos que me conminan a pasar hambre con dietas microcalóricas, di con mis cinco kilitos extra en una clínica médica estética, de ésas en las que entras como una Gracia de Rubens para salir cual huesuda y a la vez neumática Demi Moore –sin Aston Kutcher bajo el brazo, claro-.

“Lo tuyo lo arreglamos con una dieta hiperproteica”. Ya me veía yo comiendo jamón ibérico sin parar, chuletones de buey y unas cuantas docenas de langostinos para desengrasar cuando un papelito me saca de mi proceso salival: “Tendrás que comer estos sobres durante dos meses. Y no saltarte la dieta. Nunca”. Y me miraba con ojos inquisitivos. “Nunca”. Me fulminaba con las pupilas. “Nunca”. Como si intentase abducirme con la letanía. “Nunca”.

Yo, sumisa y angustiada por el michelín que se me salía sobre la cinturilla de un vaquero cuyo elástico no daba más de sí para albergar mis redondeces, le dije “Sí”. Y ella me respondió: “Desnúdate”. Y tras convencerme de que con 500 euritos de ná iba a quitarme 4 kilos en 3 meses –menudo récord-, se lanzó al segundo reto: venderme una liposucción. “Si la verdad es que de cintura no estás gorda” –es la suerte que tengo, pensé, que con o sin lorzas mantengo mis formas-, “pero estas piernas, este culo, estas rodillas, estos muslos… esto con la dieta no lo pierdes. Hay que operar”.

Como mi presupuesto no anda para dispendios, le dije que me lo pensaría. Y pensando pensando llegué a la conclusión de que no. Que ni lipo, ni meso, ni preso ni ná. Y mucho menos sin hidratos. Así que viva el choque de piña… y, si no funciona, larga vida al michelín.

Publicado en Antonia Magazine.

Mi ansiado premio

Uno de los propósitos de Año Nuevo era conseguir una de las plumas con las que premian la mejor carta al director en el Magazine de La Vanguardia y en el XL Semanal. Pues bien, aunque no me suelo dar palmaditas en la espalda –más que nada porque tengo los brazos cortos y no me llegan–, ahí va una ración de vanidad: este domingo, mi carta aparecía en el Magazine como destacada.

 
No podía creérmelo cuando la vi, la verdad. De hecho, ese texto lo publiqué aquí porque hacía un par de semanas que lo había enviado y dudaba de que lo hubieran tomado en consideración. Pero a veces los deseos se cumplen. Supongo que consiste en apretar muy bien los ojos cuando los sueñas, para que no se te escapen.

Ese mismo día, mi amiga y compañera Lorena –autora del blog La gata Flora, una de las joyitas de la blogofera sextera– me regalaba esta muñeca.


Tiene mucho valor. Primero, porque la ha hecho ella misma, con esas manitas. Segundo, porque sonríe. Y cada vez que la prenda en una chaqueta recordaré sus palabras, dibujadas en esta página con la que ponía punto y final al primer cuaderno del año.

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